lunes, 13 de abril de 2009

Como un marqués

A 40 kilómetros de Madrid se puede disfrutar de una cocina tradicional en un entorno tradicional. Una poderosa redundancia y motivo para ir a El Gallinero, un delicioso restaurante ubicado en el antiguo corral de una finca rústica, que fuera propiedad del marqués de Pelayo. Un aristócrata apasionado de la sierra madrileña, que instaló en Collado Villalba su residencia de campo. Igual que se democratizó la ambición del reposo dominical en la sierra, por obra y gracia de la segunda residencia, también lo hicieron los placeres de la buena mesa serrana. Esto explica que en el corral, convertido es un cálido restaurante, se coma como un marqués, especialmente las carnes de la sierra del Guadarrama a la brasa. Con la llegada del calor su patio ajardinado es el lugar perfecto para disfrutar de una cena o comida al aire libre.

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